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Existe una gran cantidad de tipos de termómetros en el mercado que se diferencian significativamente entre sí en términos de precisión de medición, precio y funciones adicionales.

Un termómetro de frente, por poner un ejemplo, está equipado con sensores y determina la temperatura conforme pasa sobre la piel de la frente. Estos modelos son exageradamente rápidos de medir y asimismo dan resultados precisos. Están disponibles desde unos 20 euros.

Afortunadamente, los tiempos en los que los pacientes tenían que permanecer inmóviles en una situación a lo largo de varios minutos para eludir que el termómetro se deslizase han terminado. Los modelos más veloces llegan a un segundo, pero el tiempo de medición promedio para todos y cada uno de los termómetros fue de dos a cuatro segundos . Las diferencias son tan pequeñas aquí que no deberían influir en una posible compra.

Beurer cuenta con una extensa gama de termómetros digitales, de oído y de frente fiables. Desde modelos sencillísimos por solo 8 euros hasta versiones ultramodernas sin contacto por poco menos de cuarenta euros. Además si no lo sabes hablar de Beurer ha sido sinónimo de productos de alta calidad durante años.

En un termómetro de oído, una colocación incorrecta en el canal auditivo puede provocar errores en la medida de temperatura. Dependiendo de las características del termómetro de oído, este puede advertir un posicionamiento incorrecto o bien está pertrechado con una punta calentada para conseguir mejores resultados de medición.

El termómetro de cocina se usa para supervisar con precisión la temperatura central de varios productos y servirlos fritos o cocidos al punto. Es ideal para asar y grill, tanto los cocineros profesionales como los novatos pueden optmizar el tiempo de cocción inmejorable para productos como la carne y el pescado.