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Existe una gran cantidad de tipos de termómetros en el mercado que se diferencian significativamente entre sí en términos de precisión de medición, precio y funciones adicionales.

Un termómetro de frente, por ejemplo, está pertrechado con sensores y advierte la temperatura conforme pasa sobre la piel de la frente. Estos modelos son exageradamente rápidos de medir y también proporcionan resultados precisos. Están disponibles desde unos veinte euros.

Independientemente de si se trata de un dispositivo medidor de temperatura de oído o de frente, la mayor parte de los modelos consiguen ganan al disponer de ciertas funciones adicionales. Puede ser una memoria integrada, una función de apagado automático o bien la opción de apagar los tonos de señal si es necesario. En consecuencia, siempre es aconsejable una mirada detallada a la información del producto.

Braun ofrece una gama casi inmanejable de termómetros clínicos de todo tipo, desde simples termómetros digitales por menos de diez euros hasta productos de alta tecnología de la serie ThermoScan por más de 50 euros, descubrelos a través de nuestro blog. La calidad de las versiones individuales es consistentemente buena e incluso muy buena.

Los termómetros se suministran con tapones especiales de usar y tirar, lo que tiene perfecto sentido desde el punto de vista higiénico. No obstante, se deben tener en consideración los costos auxiliares una y otra vez, pues estos termómetros no se pueden utilizar sin el reemplazo de las tapas.

Con un termómetro de carne, una vez alcanzada esta temperatura, el dispositivo lo indica con una señal acústica u óptica. Con un termómetro digital, rara vez sucede que excede el punto de cocción correcto.