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Existen tres tipos diferentes de termómetros: termómetros digitales tradicionales, termómetros de frente y termómetros de oído. Los termómetros digitales tradicionales, que hace solo unos años eran muy altos en la escala de popularidad, poquito a poco van cayendo un tanto al margen, ya que la medición acostumbra a ser realmente precisa, pero también muy incómoda.

La medición se realiza en el ano, bajo la lengua o en la axila. El primero promete una alta precisión de medición y el segundo solo se puede recomendar de forma limitada.

Los termómetros Medisana tienen un coste en el segmento medio-bajo, el termómetro más caro cuesta alrededor de cuarenta euros, pero el usuario no debe gastar más de veinticinco euros por un termómetro bueno y recomendable. Sii no dispones de un botiquín en casa, incluso puedes comprar un juego económico que no solo contiene un termómetro clínico, sino además un monitor de presión arterial.

Los termómetros de expansión ahora están siendo sustituidos por el termómetro clínico digital o bien el termómetro clínico infrarrojo. Eso se debe a las desventajas que tiene. Por una parte existe el riesgo de rotura de los termómetros de vidrio, por otro lado el proceso de medición tarda varios minutos.

La medición de la temperatura en los termómetros de cocina es muy precisa con los dispositivos analógicos, aunque para comprobar la temperatura hay que sacar los productos del horno para cada medida o bien cuando menos abrir la puerta del horno. Eso significa que el calor se puede escapar.